Las Coplas de Jorge Manrique en el Teatro La Abadía


"Coplas por la muerte de su padre" es una elegía funeral escrita por Jorge Manrique a finales del siglo XV y dedicada a su padre, don Rodrigo Manrique, después de su muerte el 11 de noviembre de 1476. Se trata de una obra imprescindible de la literatura castellana. 

La elegía es un género muy cultivado a lo largo de toda la Edad Media.

La obra está compuesta por 40 coplas combinando versos octosílabos y tetrasílabos con el pie quebrado o estrofa manriqueña y estructurada en tres partes.

  1. La primera parte es una reflexión sobre la fugacidad de la vida y la muerte, llena de metáforas, la más conocida incluida en la copla III: "Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir", en esta parte también queda reflejado el pensamiento cristiano y la idea del sacrificio así como el tópico que dice que la muerte iguala a los ricos y a los pobres.
  2. La segunda parte habla de la vida eterna, menciona gente difunta preguntándose dónde han ido a parar, por tanto utilizando el tópico del ubi sunt e interpela a la muerte directamente: "di, Muerte, ¿dó los escondido y trasponer? [...] Cuando tú, cruda, té ensañas, / con tu fuerza las atierras y deshacer. "
  3. En la tercera parte, la elegía funeraria propiamente dicha, Jorge Manrique habla directamente de su padre Rodrigo, exalta sus virtudes y hazañas y lo compara con personajes predecesores como Julio César, apela a su noble comportamiento en vida para justificar la merecedora vida eterna. En las últimas coplas el autor cede la palabra a la Muerte, siendo ella la que alabe las virtudes de don Rodrigo y quien lo convenza de abandonar la vida para entrar en la eternidad. Finalmente don Rodrigo Manrique responde a la Muerte y la acepta: "Y consiento en mí morir / con voluntad placentera, / clara y pura, / que querer hombre vivir / cuando Dios quiere que Muera, / se locura.

A comienzos de 2011 Amancio Prada es invitado por José Luis Gómez para estrenar en el Teatro de La Abadía, bajo la cúpula, las Coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre. Este recital, en el que Amancio es acompañado por varios músicos y cantantes, se ofrece en alternancia con el Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, conformando un díptico fundamental de la lírica española.

Un sueño acariciado desde los primeros tiempos de La Abadía se cumple al fin. Amancio Prada pone voz a una de las cimas de la literatura castellana. Bajo nuestra cúpula, los conciertos adquieren tintes teatrales, en cuyo centro brillan la palabra poética y la voz de este trovador sin igual.

Las Coplas de Jorge Manrique (siglo XV) son, en palabras de María Zambrano, "unos pocos versos que han obrado el prodigio de quedar impresos en las entrañas del español." Más allá de un llanto por el padre fallecido, son consuelo, pensamiento, introspección.

"Unos coros espléndidos, unos músicos fascinantes. Pero sobre todo y por encima de todo -música, escenografía, teatro, canto- la palabra poética". El Mundo


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