Don Quijote: Micro-resumen de la 1ª y la 2ª parte



 - Primera parte (1605):
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha 

Alonso Quijano, un viejo y bondadoso hidalgo rural, se vuelve loco por la lectura excesiva de libros de caballerías[1]. La locura le determina a buscar aventuras y a defender la justicia, la libertad y el amor como si de un caballero andante se tratara.
Para convertirse en caballero andante supera varias fases, entre ellas, buscar un nombre adecuado a su nueva personalidad (Don Quijote de la Mancha), vestirse con una antigua y oxidada armadura, el casco y los guantes que ha encontrado en el desván de la casa. Montar en el viejo y delgado caballo (que llamará Rocinante) e iniciar el viaje por los caminos de la España del siglo XVII, una sociedad en crisis que empieza a olvidar las antiguas historias de los caballeros andantes (el género había caído ya en la repetición y el agotamiento de sus recursos narrativos y estéticos). La invención de un amor platónico será otro requisito esencial para convertirse en caballero; Don Quijote inventa al personaje de Dulcinea del Toboso. Desde ese momento, todas sus acciones irán dirigidas a glorificar el nombre de su hermosa y amada  Dulcinea...
La primera salida la realiza en solitario. En su segunda salida, Don Quijote busca un escudero[2], como es preceptivo en un caballero andante. Lo encontrará en Sancho Panza, uno de los campesinos que trabajan sus tierras. Sancho, analfabeto pero astuto, buen conocedor de la sabiduría popular y de los usos y costumbre de su entorno, se une a Don Quijote bajo la promesa de conseguir riquezas gracias a las victorias de su amo (en especial, la promesa de lograr y de concederle el gobierno de una ínsula, como así cree la loca fantasía del ingenioso caballero). El diálogo entre Quijote y Sancho será la base fundamental de la caracterización de ambos personajes y uno de los atractivos de la obra.
En esta primera parte, Don quijote confunde la realidad con su imaginación: lucha contra unos molinos de viento que cree que son gigantes, ataca a una comitiva pensando que llevan raptada a una dama, embiste a un rebaño de ovejas imaginando que son un ejército de caballeros malvados, etc. En casi todas sus peripecias sufre la derrota, recibe golpes y es tratado con crueldad por las personas con las que se encuentra. Finalmente, amigos y familiares de Alonso Quijano consiguen que vuelva a casa mediante un engaño (le convencen de que está encantado).


- Segunda parte (1615):
El ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha

En la tercera salida de Don Quijote (acompañado por Sancho) se produce un fenómeno curioso y esencial para creación literaria: ambos personajes se encuentran en el camino con los lectores de la primera parte de las aventuras de Don Quijote, publicadas en 1605. Tienen incluso discusiones con los lectores de una segunda parte falsa, escrita por un autor desconocido que ha aprovechado el éxito de la primera y la tardanza de Cervantes en publicar la segunda para editar un texto que modifica y traiciona los elementos básicos de la obra original (es el llamado Quijote de Avellaneda).

En definitiva, los distintos niveles de la ficción y la realidad se mezclan y confunden: Don Quijote encuentra a sus lectores, que lo reconocen y saben de su locura. A partir de este momento, se sucederán las ocasiones en que serán los demás quienes pretenderán confundirle, creando para él un entorno caballeresco con el fin de aprovechar su credulidad para reírse de él con burlas crueles, para conocer sus “verdaderas” reacciones o para intentar que vuelta al hogar. La imposibilidad de controlar sus propias fantasías ante la manipulación exterior provoca en Don Quijote un progresivo entristecimiento.
El encuentro con unos duques es especialmente significativo: los nobles han leído la primera parte y tienen medios para representar ante sus dos invitados una farsa inspirada en los libros de caballerías. Así alargan durante días la ridiculización y la burla de Don Quijote y Sancho (al que incluso le convierten en regente de una falsa ínsula: la Ínsula Barataria)
En este tercer viaje deciden dirigirse hacia Barcelona para desmentir la versión falsa que Avellaneda ofrece de sus aventuras (en ese texto se relata cómo viajan hacia Zaragoza y cómo finalmente Don Quijote es ingresado en un manicomio).
Durante las últimas fases de su recorrido, vivirán aventuras “reales” (el encuentro con unos bandoleros, una pequeña batalla naval) en la que la experiencia de la violencia real y la muerte de algún personaje cercano dejan a Don Quijote anulado y confuso.
Sancho Panza sigue una evolución inversa a la de su amo: frente al desánimo de Don Quijote, él se siente cada vez más fascinado por las palabras y las fantasías sobre la caballería andante y asume poco a poco su idealismo.
Finalmente, Sansón Carrasco[3] (ayudado por otros amigos de Alonso Quijano) desafía a Don Quijote a un combate en una playa de Barcelona. Sansón Carrasco se presenta disfrazado de caballero andante y le reta en nombre de su supuesta dama (declarando que es más hermosa y de mayores virtudes que Dulcinea). La derrota de Don Quijote en este duelo le obliga a abandonar sus aventuras y regresar a casa.
Tras llegar a su hogar, envejecido y enfermo, Don Quijote recupera la cordura[4] en plena agonía, declara su desprecio a las falsedades y engaños de los libros de caballerías, escribe un generoso testamento a favor de sus familiares y de Sancho y, finalmente, muere.
En los últimos instantes, Sancho intenta inútilmente que Don Quijote recupere su fe en las fantasías literarias y le anima a reiniciar el viaje y a buscar nuevas aventuras como pastores (se trata de asumir los códigos poéticos de las novelas pastoriles).
Sansón Carrasco escribe un epitafio[5] para la tumba de Don Quijote:

   Yace aquí el Hidalgo fuerte
que a tanto extremo llegó
de valiente, que se advierte
que la muerte no triunfó
de su vida con su muerte.
   Tuvo a todo el mundo en poco;
fue el espantajo y el coco
del mundo, en tal coyuntura,
que acreditó su ventura
morir cuerdo y vivir loco.

El narrador (Cide Amete Benengeli) termina su relato con estas palabras:

... pues no ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías, que por las de mi verdadero Don Quijote van ya tropezando, y han de caer del todo, sin duda alguna.. Vale.







[1]  Libros de caballerías: Extensos relatos en prosa que narran las aventuras de personajes heroicos en mundos fantásticos y mágicos. Los títulos más famosos del género en España son: El Amadís de Gaula y Tirant lo Blanc. La época más fructífera de este tipo de relatos fue el S. XV. Cuando Cervantes redacta El Quijote, los libros de caballerías sufren ya una clara decadencia, caen en constantes repeticiones y en exageradas y manieristas tramas sin ningún tratamiento estético de interés.
[2] Escudero: Ayudante del héroe. Personaje de clase humilde que se encarga de las armas y de la gestión de los asuntos  prácticos de la vida del héroe.
[3]  Sansón Carrasco: amigo de la familia de Alonso Quijano. Interviene en varias ocasiones para intentar que Don Quijote vuelva a casa y abandone su locura.
[4]  Recuperar la cordura:  volver a tener el juicio  y el sentido común.  Dejar de estar loco.
[5]  Epitafio: composición poética sobre la muerte de una persona. Poema escrito en honor de un fallecido, que expresa el dolor por su pérdida y que describe sus cualidades.

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